Seguimos en una época inusual en la que una pandemia modificó las actividades y el calendario deportivo de cualquier actividad y sobre todo en un año olímpico. El cuál por su jerarquía de importancia en las actividades deportivas es el mayor logro que un deportista puede alcanzar. Competir en Juegos Olímpicos.

Se recorrió un año la fecha de su realización y con esto el calendario competitivo desde Marzo del 2020 por el problema sanitario.

Metodológicamente esto es drástico, ya que las competencias son el punto más fiable para evaluar en el atleta, su nivel competitivo y de forma deportiva.

Competir es importante para saber tú rendimiento y mantener una mentalidad motivada. Con la finalidad de no perder el trabajo realizado se organizaron eventos poco usuales en fechas, con ausencia de público y de muchos competidores, carreras de ruta en circuito y confinamiento para los atletas participantes en el lugar de competencia.

A pesar de tener estás condiciones, hubo 13 nuevos records mundiales. La mayoría de estos records en pruebas de fondo que son en las que nos enfocaremos, ya que los únicos records fuera de las pruebas de fondo (salto triple, salto con pértiga) fueron realizados antes del confinamiento mundial.

Aquí los records establecidos:

Fue el doble de records del año 2019 y de aquí el cuestionamiento.

Considerando que la pandemia es mundial y muchos países tuvieron que estar en confinamiento, lo que significó que no hubiera acceso a instalaciones como pistas, gimnasios, centros de fisioterapia, etc. Me hace difícil pensar poder llevar una preparación adecuada y sin contratiempos.

Un récord mundial se planifica de mucho tiempo atrás. Recordemos con un ejemplo nacional que el profesor Tadeuz Kepka había planificado junto con Arturo Barrios atacar el record mundial de los 10000 m. con un año de anticipación considerando día, hora y lugar.

Un récord mundial no es cualquier cosa.

Sin menospreciar el esfuerzo y mérito de los atletas y entrenadores, así como la ciencia y tecnología que ha ido evolucionando estos últimos años. Tenemos que tomar en cuenta todas las realidades que existen en el deporte.

Y una de ellas es el dopaje.

Una realidad poco ética y mezquina, pues es una práctica que va en contra del esfuerzo de los demás así como los valores que promueve el olimpismo y lo más importante, contra la salud de los atletas mismos.

Según la World Anti-Doping Agency (WADA) los “Oficiales del Control de Dopaje” pueden realizar controles a los atletas sin previo aviso. Estos controles se pueden llevar a cabo en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero, a menos que me equivoque. Hubo poca movilidad en vuelos e incluso fronteras cerradas por la pandemia y con esto me imagino que la aplicación de las pruebas antidoping fue poca o nula.

Esto pudo ser aprovechado para esta práctica y sinceramente puede que no me equivoque. Gobiernos, federaciones y asociaciones sobre todo de países más desarrollados y de grupos de entrenamiento respaldados por marcas deportivas que generan mucho dinero. Tienen más presupuesto para invertir en métodos o sustancias nuevas así como para evadir pruebas de la propia WADA (te recomiendo ver el documental “Ícaro” en Netflix).

Con los Juegos Olímpicos a la vista y en tiempos atípicos, será interesante ver con que rendimientos y tiempos estarán las medallas en Tokyo.

En fin, creo no estará demás no dejar de lado esta realidad y estar aplicando pruebas antidopaje en todos lados, no importando el país, inclusive aquí en México.

Fair Play.

Un abrazo.

L.E.D Víctor Mora

Mail: coach.runtipsmx@gmail.com